A trece años de la
tragedia
Solidaridad con
Poza Rica devastada
Setenta y tres
municipios afectados
Por Luis González
Romero
Se cumplieron 13 años
de que Poza Rica fue devastada por la Tormenta Tropical número 11, tragedia que
no se olvida y que nos dejó muchas afectaciones en 15 colonias ubicadas en la
ribera derecha del Rio Cazones; así como diversos comercios pequeños y grandes
tiendas departamentales que fueron
dañadas por las inundaciones, incluyendo instalaciones como la Central de
Autobuses de primera y de segunda clase, además de instalaciones distintas,
como la Central de Abastos del Sur de la Huastecas, en donde el agua alcanzó un
nivel de hasta más de cinco metros de altura.
La lluvia intensa con
vientos hasta de más de 80 kilómetros por
hora comenzó el 5 de octubre, por la tarde, cuando llegó para quedarse y horas
después comenzaron los problemas en las colonias inundadas, en las partes
bajas; pero las familias se resistían a evacuar, a dejar solas sus casas por
temor a los actos de pillaje que suelen presentarse cuando ocurren estas
situaciones, pues como dicen los refraneros, unos a la pena y los a la pepena.
La tarde de ese cinco
de octubre se oscureció, la lluvia era fuerte, los vientos violentos y en las estaciones de radio comenzaron a
multiplicarse las llamadas en solicitud de auxilio, pidiendo la intervención de
bomberos, ambulancias de instituciones de auxilio, de autoridades municipales y
así llegó la noche de ese cinco de octubre y después de las 23:00 horas el agua
ya había llegado a las 15 colonias, abarcando zonas comerciales, cercanas al
bulevar Adolfo Ruiz Cortinez, de la colonia México hacía abajo, en donde
tiendas importantes como Gigante (ahora Soriana); Chedraui, Salinas y Rocha,
entre otras fueron inundadas y toda la mercancía arrasada por la fuerte
corriente de agua.
Trabajadores de la
radio, tuvieron que abandonar las instalaciones ubicadas en Unión y Michoacán de
la colonia Lázaro Cárdenas, debido a que el agua los había invadido y
exponiendo su vida salieron del lugar
para ponerse a salvo; pero fue la noche más larda de ese octubre y cuando los
rayos solares iluminaron la mañana del 6 de octubre, todo era desolación, no se
sabíamos que había pasado, solamente se escuchaban los rumores, la ciudad
estaba paralizada, no había comunicación telefónica de ninguna empresa; pero
tampoco había paso por las carreteras hacía el norte y su de la región; incluso
se comentada que el puente de Tuxpan se había caído, así como los de Casitas y
el de Nautla, que no había paso por ninguna de las rutas.
La Tormenta había
hecho la tarea en 73 municipios, como Tuxpan, Tihuatlán, Cazones, Castillo de
Teayo, Álamo, Cerro Azul, Papantla, Coatzintla; todos los municipios serranos
del totonacapan, San Rafael, Martínez de la Torre, Gutiérrez Zamora, Tecolutla,
Nautla, Vega de Alatorre, Misantla, Tlapacoyan, Teziutlán, Puebla, y muchos lugares más, ciudades y rancherías más
en los que solo había desolación, incertidumbre y necesidades de vivienda,
alimentos, ropa y medicamentos.
Poco a poco la gente
se fue ubicando en la realidad y la única estación radiofónica que estaba
funcionando fue la XEPV de Papantla, frecuencia a través de la que se establecía
comunicación con la región, pero la información era incierta, no había servicio
telefónico y por ello la gente tenía muchas
interrogantes en su mente; incluso se habló de los muertos, mas de 35 en San Antonio Colorado, municipio de Gutiérrez
Zamora, de los derrumbes de un fraccionamiento en Teziutlán, de decenas de
carros arrastrados desde las agencias de Poza Rica y que fueron allados en las
márgenes de los arroyos y del río.
En la charretera 180,
entre Papantla y Nautla, había cuatro puentes derrumbados, tramos de la vía
asfáltica inutilizados, hundimientos, Gutiérrez Zamora y Tecolutla sepultados
por el agua y después por el lodo. Incluso al principio se habló que Tecolutla
había desaparecido. Fue una gran tragedia
para Poza Rica y 72 municipios veracruzanos más, a los que
afortunadamente llegó la solidaridad de los gobiernos estatal y federal; pero
sobre todo de la gente generosa que se desprendió de ropa, muebles y alimentos
para que a traves de centros de acopio se hiciera llegar
esa ayuda a quienes lo estaban necesitando. En otros Estados, como Hidalgo y
Puebla, también fuertes afectaciones….Por hoy es todo.
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