lunes, 15 de octubre de 2012

Punto y Coma



Explotación sexual en todos los tiempos,
Las “Poquianchis” fueron un escándalo

Por Luis González Romero

Afortunadamente en la actualidad se cuenta con instituciones defensoras de la mujer, de los menores, como el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), el Instituto de la Mujer, la equidad y género, agencias especializadas en delitos que se cometen en contra de las mujeres de todas las edades, otras que se ocupan de orientar sobre la violencia en el noviazgo; en fin, las autoridades han creado las instancias para proteger  a las mujeres; sin embargo en lo que se refiere a la explotación sexual, es algo que ha existido siempre y en los tiempos actuales se ha incrementado, incluso hasta por la falta de empleos bien remunerados, por lo que las mujeres se dejan llevar  por la oferta y a cambio de unos pesos o de favores a de patrones o jefes, a los que entregan su cuerpo.
En ésta ciudad, el Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia ha puesto en marcha la “Campaña Yo Decido”, que  tiene por objetivo brindar orientación y atención personalizada a padres y madres de familia, así como a sus hijos e hijas, para prevenir o contrarrestar la violencia en cualquiera de sus géneros, de acuerdo a lo que se informa a través de un boletín de dicha institución, que en ese aspecto ha logrado avances, quizá no como se quisiera; pero representa  una instancia de buena fe a la que la gente lastimada puede acudir a recibir orientación jurídica, psicológica y apoyo moral.

La campaña inicio este lunes contra la explotación sexual infantil, respaldando de esta manera a las familias vulnerables mediante orientación psicológica que brinda la Procuraduría de la Defensa del Mejor, la Familia y el Indígena. La explotación sexual infantil ahora se practica hasta de manera cibernética, y aunque existe una policía especializada que en poco ha logrado frenar esas acciones, se sigue dando en muchas partes y esto nos lleva a recordar una página denominada “Poza Rica al desnudo”, por la que desfilaron muchas jovencitas que confiaron en sus amigos o amantes al permitirles que tomaran fotografías como Dios la trajo al mundo.

A raíz de las denuncias que se presentaron de manera insistente, se logró la captura de los autores y creadores de esa página en el Internet; pero claro la explotación sexual existe y no lleva a recordar las “famosas” Poquianchis, que en un lugar del estado de Guanajuato tenían sus tugurios, sus antros en donde esclavizaban a jovencitas, a las que vendían como mercancía cualquiera y obtenían muchas ganancias, en tanto que a las victimas solo les daban el alojamiento y los alimentos.

Las chicas eran sacadas de sus lugares de origen con engaños de un buen empleo, de buenos salarios y de esa manera los “enganchadores” se las llevan y las entregaban a las Poquianchis, en donde las convertían en esclavas, porque no podían salir ni a la calle y las golpeaban cuando se revelaban, cuando se resistían a estar con los “clientes”.

Las cosas no han cambiado mucho, en éstos tiempos las jovencitas son convencidas para viajar a los Estados Unidos, con la promesa de que ganarán muchos dólares, cuando la verdad es distinta, pues una vez que están en ese país, los llamados tratantes de blancas las entregan a los antros, en donde las explotan sexualmente; las alcoholizan o las hacen drogadictas, situación a la que algunas logran sobrevivir; en tantos que otras como única va salvación encuentran la muerte.

Pero esto no termina, en los estados  mexicanos aun hay comunidades en donde se venden las niñas, como si fuesen guajolotes; el que paga se las lleva, las tienen como amantes, las venden o las matan. Es un gran problema que oscila entre la explotación y la prostitución, como en el caso de Poza Rica, en donde hay más de 25 moteles y hoteles de paso, a los diariamente son llevadas mujeres, por placer o por necesidad, pero en conclusión es prostitución o explotación sexual, porque en algunos casos proceden de “casas de citas o edecanes” en donde el gran ganador es el regenteador…por hoy es todo, hasta pronto.



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