jueves, 4 de octubre de 2012

Ingobernabilidad en Tlacotalpan



·         Vende Hilario Villegas apoyos gubernamentales: Ciudadanos

Ingobernabilidad la palabra perfecta para describir las administraciones mediocres y corruptas como la de Hilario Villegas Sosa, que ha situado en tan solo un año 10 meses a Tlacotalpan en el peor momento de su historia.
Calles mal rehabilitadas, nula atención ciudadana, mala planeación en obra pública y el olvido total de las colonias, quienes sufren de la falta de obra para mejorar la calidad de vida.
El populismo que ha llevado 3 veces al poder a Hilario Villegas Sosa se ha desplomado, la gente quiere resultados, no saludos, abrazos y besos. El afamado dicho tlacotalpeños “Nos robó, pero dejó contestos” ha terminado.
“Ir a ver a Hilario es como pedir agua al desierto” exclamó María Isabel Gonzales, habitante de la Colonia Los Cocos, la cual se encuentra en marginación total.
“Salen víboras, coralillos, todo tipo de culebras del monte tan grande que hay en colonia, se encharca y es imposible salir de la casa” señaló Lucia Fierro Guillen.
Quien exigió al primer edil de Tlacotalpan, cumpla con las promesas que hizo en campaña, así mismo pidió al gobernador Javier Duarte de Ochoa tome las cartas sobre el asunto ya que dijo Villegas Sosa, vende todos los apoyos del Gobierno del Estado a la población, sean despensas, útiles escolares, leches, cemento, láminas y todo apoyo gubernamental.
Además vecinos de la misma colonia señalaron que han visto como el primer edil tlacotalpeño tiene embodegado miles de láminas en su Rancho La Casa Azul.
A la suma de quejas están la de los Padres de familia del Kinder Paulo Freire de la Colonia Cruz Verde, quienes le solicitaron les regalara escombro para rellenar el terreno que adquieron con el fin de hacer un aula e incrementar la matricula escolar.
La donación que hizo Villegas Sosa fue de por lo más irónico pues obsequió material de remoción de las calles, metros cuadrados enteros de cemento hidráulico  que arrojó a la vialidad y que de ninguna manera se ha podido mover una sola piedra por el peso y tamaño. Ahora saldrá mas caro retirar el escombro que construir el aula.
No está por demás mencionar la queja unánime de los vecinos de las calles Cayetano Rodríguez Beltrán y Sebastián Lerdo de Tejada, quienes por más que insistieron para que las obras fueran suspendidas, nunca fueron escuchados. Ahora sufren de inundaciones en cada lluvia, el adoquín colocado se ha hundido y todo por una obra de mala calidad y no planificada debidamente.
A ello, hay que agregar los disparos al aire por elementos de seguridad pública del Ayuntamiento durante las Internacionales Fiestas de San Miguelito, lo que causo pánico entre las miles personas congregadas alrededor de la Iglesia.
Siguen pasando los días, continúan pasando los meses y gobernantes meramente populistas como Hilario Villegas Sosa, más que ayudar al pueblo lo hunden.

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