Tiempos aquellos
cuando no se pagaba
Por Luis González
Romero
Cuando no existía la
Comisión Federal de Electricidad (CFE), en los pueblos más avanzados existían
plantas que generaban luz y esta no tenía ningún costo. En algunos casos solo era
para el alumbrado público y funcionaba de seis de la tarde a diez de la noche.
En otros, para se envía el servicio a los domicilios; pero era para los amigos
del empresario o para los funcionarios, de de todos modos a las 10 de la noche
se quedan en tinieblas.
Recuerdo que en
Misantla, el cacique de la ciudad, don Manuel Zorrilla Rivera, compró una
planta de luz para dotar de alumbrado al parque central de ese lugar. Ese
entones en Misantla existía un periódico católico llamado “El Cachichin”
(porque salía cada vez que Dios se descuidaba) y a los cuatro días salió a la
luz pública y la nota principal era la luz y con letras negritas el encabezado
era el siguiente: “Don Manuel Zorrilla dijo, HAGASE LA LUZ Y LA LUZ SE ACIO”.
Fue muy comentado en
el encabezado del periódico, ms que el hecho de la luz. Tiempos aquellos,
claro, el pueblo no pagaba el servicio y por lo menos unas horas acudían al
parque que ya tenía iluminación, que para los lugareños fue el principal
atractivo y la novedad.
Pero había otros pueblos
fundados hace más de 500 años, como el caso de Tlapacoyan, en donde había dos
plantas de luz, la de Soler y la de Núñez. Como el pueblo era pequeño se proporcionaba el servicio en dos
fracciones y las familias con mucho orgullo comentaban que tenían luz, y al
mismo tiempo se preguntaban si de Soler o de Núñez.
El parque central
(que sigue siendo el mismo) y algunas calles cercanas al palacio tenían
alumbrado público, y la luz llegaba a muchos domicilios, los cables iban
pegados a las bardas de las casas, no se necesitaba de postería y de tanta
tecnología.
Por cierto que la
empresa Soler fue la primera en el Estado de Veracruz que purificaba agua y la
vendía en garrafones. Pocas personas la compraban y los lo mismo en camiones
trasladaban el producto a la colonia
francesa (hoy municipio de San Rafael) en donde existía la cultura de
consumir agua limpia, purificada y con ello cuidar la salud.
Durante el sexenio de
Adolfo López Mateos se nacionalizó la industria eléctrica y desde entonces a la
fecha tenemos que pagar el alumbrado público, mas aparte el consumo
domiciliario, comercial e industrial y aquel que no pague las excesivas tarifas
que aplica la CFE, lo más sencillo que le puede pasar es que seque sin ver las
novelas.
Las rancherías eran
visitadas en esos tiempos por los húngaros, aquellos que soldaban pailas,
cubetas y las mujeres adivinaban la suerte a cambio de unas monedas; pero
también proyectaban películas y para eso contaban con sus plantas de luz. La
gente iba más por la novedad de la luz que por las películas. Tiempos de ese
ayer que no regresarán.
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