Una de las principales preocupaciones del Presidente Electo Enrique Peña Nieto es la producción de los alimentos del pueblo mexicano. Peña Nieto sabe que un Estado próspero es aquel que logra la soberanía alimentaria, amén de que en la prosperidad es poco más fácil gobernar y ocuparse de otros temas, en la adversidad no hay nada más difícil; sin embargo cuanto mayor es la prosperidad, tanto menor se debe confiar en ella.
Después de varias décadas de fallidos programas para el campo, para lograr la soberanía alimentaria de México ahora se requiere cambiar los paradigmas.
Al respecto el coordinador del equipo de trabajo del presidente electo para el campo Enrique de la Madrid Cordero, asegura que en México están dadas las condiciones para iniciar una etapa próspera en el sector rural y lograr producir los alimentos que la población requiere y a precios accesibles. Veamos parte medular de su propuesta:
ü Compactar los programas y reducirlos para tener un manejo más eficiente.
ü Otorgar mayores recursos al campo, pero dando mejores resultados.
ü En los programas fijar objetivos, metas, resultados, rendimientos, uso de agua, insumos…
ü Separar de manera clara los apoyos de carácter asistencial de todos aquellos que son para fines productivos.
ü Subsanar la imagen de que se subsidia la producción, cuando en realidad se apoya el ingreso para abatir la pobreza.
ü Para incrementar la producción del agro será necesario invertir en infraestructura, sistemas de riego, tecnificación y almacenes.
ü Hacer una evaluación exhaustiva de los programas de apoyo para lograr mayor eficiencia del gasto.
Por lo que se aprecia Enrique de la Madrid cuenta con el talento, la visión y la experiencia necesarios para lograr la transformación del campo mexicano.
Ya veremos.
José Sánchez Talavera
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