lunes, 1 de octubre de 2012

Crece decomiso de armas largas


El número de armas largas de alto poder decomisadas aumentó de 2007 a 2011. Hace cinco años las pistolas representaban el grueso de lo incautado, pero el año pasado los rifles representaron 65%, de acuerdo con las cifras oficiales


Antes de que el presidente Felipe Calderón iniciara la lucha contra los cárteles de la droga en 2006, 41% de las 4 mil armas aseguradas, en su mayoría eran pistolas.
Cinco años después, la proporción se invirtió y en 2011 los rifles representaron 65% de las armas incautadas. La cantidad total de arsenal encontrado en el país se multiplicó por ocho en ese lapso, de menos de 5 mil piezas decomisadas se alcanzaron hasta 40 mil el año pasado.
Cada año hay al menos 10 mil denuncias en México por el delito de portación de arma de fuego, sin embargo, durante todo el gobierno de Calderón la cifra de procesados por tráfico de armas no llega a una decena. De acuerdo con la Procuraduría General de la República(PGR), en un informe que entregó al Congreso mexicano el pasado 14 de mayo, en todo el país 61 personas han sido sentenciadas por el delito de tráfico de armas entre 2007 y 2011. En ese tiempo 137 mil 595 armas fueron aseguradas. Es decir, en promedio hay una persona encarcelada por cada 2 mil 200 armas encontradas. 
En México no existen tiendas de armas, poseerlas es ilegal a menos que se consiga un permiso para probar que de ellas depende la vida o el empleo de quien las porta. A pesar de eso, es el séptimo país con más armas en manos de civiles en el mundo: 15 millones, una por cada tres adultos, de acuerdo con Naciones Unidas. 
Todos los días hay una tragedia vinculada con esas armas. El miércoles pasado, dos adultos mayores fueron asesinados de camino a recoger a sus nietos en un kínder —ubicado en la periferia norte de la ciudad de México— ella, de 50 años, por un disparo en el rostro; él, de 83, por una bala en el pecho. Víctimas del fuego cruzado entre policías y delincuentes, según la fiscalía local. 
De 2007 a 2010 murieron 29 mil 242 personas en homicidios cometidos con arma de fuego, de acuerdo con el recuento mundial de homicidios de la ONU, el cual cita cifras oficiales y de organizaciones no gubernamentales. Lo “curioso” es que el propio gobierno mexicano, a través de la PGR, dice que en ese lapso 34 mil 612 murieron como consecuencia de la “rivalidad delincuencial”. Entre las dos cifras hay 5 mil decesos de diferencia. Si ambos números son tomados como ciertos significaría que los miembros de los cárteles también mueren en enfrentamientos a golpes o por lesiones de armas blancas, y que no hay personas asesinadas en México con arma de fuego por otro motivo que no sea la guerra entre cárteles.
Lo cierto es que 70% de las armas ilegales en México vienen de Estados Unidos, dato admitido públicamente por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
El número podría ser mayor, advierte José Wall, agente de la ATF en Tijuana durante la operación Rápido y Furioso —hoy asignado a Phoenix—, en entrevista difundida ayer por Univisión; la cifra corresponde a las que se han podido rastrear, pero contando las armas modificadas y a las que se les borra la matrícula, “puede ser que la cifra sea hasta 95%”.
Ese solo tráfico representa 10% del negocio mundial de venta de armas ilícitas, según la ONU. En 2008 20 mil armas estadounidenses llegaron a México. Eso significaría que cruzaron la frontera alrededor de cinco armas con licencia. “Aunque en realidad es más probable que las ventas se hayan concentrado en pocos concesionarios cómplices”. 

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